Hace horas que sonó el reloj
y aún no despierto
Habrán pasado tres minutos o un siglo
no sé si he muerto
o si vago extendida por el tiempo
esperando un instante
para reconfigurar mi cuerpo.
Hace horas que dejé, tal vez, de existir
pero aún siento
su presencia y su abrazo tierno,
el susurro de su voz
y el calor de su beso.
Suena el reloj...y yo en el sueño.