la hoja de lata
del alma sensata
se oxida al descansar
mis ojos sombríos, negro
se ocultan en la oscuridad
y mis pelos se despeinan
si el viento aumenta
el vaso del escritorio
no es de perla
pero el sobre de brillo
en la guerra siempre se pierde
en el amor siempre se pierde
en el sur no hay nada
solo gente que muere y gana
porque en la figura moribunda
se reconoce y se gana
entre los rayos gamas
que te llevan el espíritu
atraviesan el universo espacioso
y terminan eclipsando absorto
del empeño y el pie del cielo
arco que cruza espíritus que traspasa
llévame a besarte
no tengo actitud para retribuir
pero tranquilo cuidaría de ir
el bestije de los disfrace
que te hacen mal y te hacen reír
pero aquí muerto de pena
no lloro, pero sufro
del suicidio temporal en el reloj de pared
derritiéndose como vela en el sol
fantas-sonica figura detrás de las rejas
donde si cruzas, silvas una canción
a los sordo que visten solo
ropa blanca, blanca como las nubes
que juegan en su cumbre de nubes