Volviendo al horizonte la mirada,
a la espera tal vez, de un cataclismo,
que estalle en lo profundo de mi abismo,
al despuntar de nuevas madrugadas.
Así mi amor espera tu llegada...
sintiendo el corazón, por tu hipnotismo,
que nada va a volver a ser lo mismo,
después de tu presencia en mi jornada.
Llegaste...y la luz de tus estrellas,
consteló mi ilusión en tu fragancia;
se fue haciendo pequeña la distancia,
al contemplar la magia que destella
cada átomo del polvo de tus huellas...
y el tiempo de esperarte fue ganancia...