Hector Adolfo Campa

Tomo la palabra... Crónicas de Dante

Cuantas noches tuve que gritar a muros mentales que carecen de la capacidad de oír…

Cuantas veces no quise tener piel para arrancármela a tajos…

La locura es mi mentora, y el dolor esa braza mística con que mi psique fue forjada…

Una maldición era en la que estaba, y ahora sobrevivo para buscar nuestro alba…

¿Cuándo ha de llegar?

¿En que momento se labra mi destino para poder mezclarme con este noble y débil ser?

 

Las mentes son sencillas, una ves que en ellas puedes navegar…

Sus recuerdos como habitaciones enteras, en ellas me moví cual vil espectro estelar…

Soy la antimateria de una mente mal formada…

Y así he de seguir, es mi naturaleza…

Pero mi búsqueda se ensancha, ahora no solo busco un nuevo mundo, si no un nuevo ser…

Tengo que comprender por que las personas aman, por que las rosas cortan y regalan…

Pero un eco resonante con designios interrogantes sucumbe a mi ideal…

Si la conducta antinatural de una mente me creo a mí, ¿Qué pasara si no cumplo con mi naturaleza?

¿Qué pasara si cambio mi estado de equilibrio con este mundo?

 

Entonces una mujer con su piel tersa y su incalculable nobleza se acerca…

Me muestra algo extraño llamado cariño, un calor retro-alimentario, casi como la ira…

Pero este es mas limpio y extraño, algo nuevo para mí…

 Es el afectivo cariño humano,  es como una conexión que no comprende leyes físicas…

¿Qué demonios será poder experimentar eso que llaman “amor” en carne viva?

 

Es ahí donde se fragua nuestro destino…

No solo debo cambiar yo, y conocer el amor que el conoce con naturaleza vital…

Si no que el también debe conocer la ira que corre por mis venas…

Solo así cumpliré mi motivo existencial…

Solo así no uniremos y lo que surja será…

Nada más y nada menos, que la naturaleza en viva esencia…

En su mas pura expresión…