Me sorprendiste en el momento
en que levante la mirada hacia el cielo.
Aunque tu rostro no
me era totalmente visible,
a tu sonrisa creciente
menguante y luminosa,
no le hizo falta un par de ojos
que me devolvieran en su mirada,
la seguridad que tengo de saber
que coqueteaste conmigo
ésta noche.
25 ABRIL 2012.