De todos los obsequios que he recibido
sólo existe uno que siempre atesoro;
es un regalo que me tiene conmovido
y actualmente es lo único que adoro.
Es una niña y una princesita a la vez
porque a cada instante con su carita
está demostrándome su sencillez
consiguiendo ser siempre mi favorita.
Sólo mi corazón es lo que pide
cuando me habla del amor que siente
para que yo nunca la olvide
y sea constantemente mi presente.
Me hace feliz y no hay dudas al respecto
que un ángel se apoderó de mi sentir
con tanto amor que es tan perfecto
vivir así y saber que es sólo para mí.
Disfruto de su agradable compañía
y ya le he dicho que siempre la amaré
aunque la distancia sea nuestra arpía
algún día, en mis brazos, la tendré.
Prometí que haría de todo por abrazarla
y debo cumplir con mi promesa
ya que me nace del corazón amarla
y decirle cariñosamente “mi princesa”.
Ella le ha dado inspiración a mi vida
y mi motivo para avanzar es su amor
desde que me enamoró, enseguida
en mis sueños he sentido su calor.