Robo la mantequilla
y entre los monos los vi
repartiendo su pesquisa
me arranco una sonrisa
y en la brisa percibí
su gracia mágica y lisa
necesitado de cariño
cómplice de el me sentí
y participando del delito
de su mano yo comí
como un pequeño monito
breve y bueno esta exquisito
este niño con sus sisas
coge lo que precisa
y lo coge con el apetito
de aquel que lo necesita
aunque sea el Señor infinito
un pastorcillo llamado Krisna