Víctor Sorchaga

Sea lo adverso

 

Sea que el astro rey perezca

y se hunda en sombra funesta,

sea que la maldad florezca

y ésta a la risa convierta.

 

o acaso sea que  el amante

sus rojas mieles aguante,

o que a las notas la lira

ya no se enamore perdida.

 

O que las níveas yemas

al azahar y al gorrión,

con irascible pasión

arranquen su vida fresca:

que de la flor los pendientes

al cáliz ya no se aferren;

y que del ave las alas

no acaricien ya la fragancia.

 

Y aunque a todo aquello

de tu amor el sello,

se sume la constante ausencia,

no hay libertad ni derecho

de negar a lo que a tu pecho

con fervor llama y alegra.