Todos los vientos llegan como una manotada
y yo cubro tu cuerpo lo incorporo
quiero aliviarme en ti.
Odette Alonso
El mar se movía sigiloso
y tocaba la orilla
retornaba para avivar la ola …,
entonces llegaba la tarde
confundida en mi mano
-mientras aquella ave
surcaba el mar (este mar infinito)-
Fue ahí en Tecolutla Veracruz
ese pueblo pequeño
rodeado por el mar
donde estuve con ella hace unos días
…y naufragué en sus labios
que me dieron asilo
sucumbiendo en su mano
y le he dicho: amor mío.
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”