Guíame, Oh Señor hasta el fin!
No puedo vivir con mi fuerza,
Necesito siempre tu amor infinito;
Con la ayuda de tu Espíritu cantaré,
Todos los días lleno de alegría soy.
Aunque la tempestad me ataque,
Hay esperanza y salvación en Jesús!
Sea conmigo, quiero seguirte con humildad;
Tu cruz es mi consuelo en este mundo.
Mi amigo eres en tiempo de angustía,
Cada día hablas conmigo en tu grandeza.
Que tu amor en mi permenezca, Oh mi Salvador...
Limpia mis pecados con tu sangre precioso,
Bendito sea Jesús por tu misericordía por mi alma!
Guíame hoy con tu fidelidad y tu virtud,
Luego tu rostro resplendecerá en mi vida;
La gloria es tuya, en tus promesas camino.