Hoy soñé contigo, naufragando rumbo a ti
Tú eras la canoa con joyas de cristal frente a mi agonía
Tus manos extendiste, y me posé sobre tu altar
Mojado en tus besos, desnudo en el roce de tu felpa
Y escurriendo como tarde sombría, mis labios
Húmedos, en líquido derramado de tu boca
Milagrosamente vivían de tu piel de delgada dulzura
Hasta tener tono de corazón, como sangre coloreada
Sustancias de tazas de té de tu pasión
Son devoradas por mi insaciable necesidad de tu dulce
Como colibrí, bebo el néctar de tus flores
Y devoro el líquido de tu cuerpo de miel
He revido en tu paladar