Y te vi allí,
al otro lado del infierno,
sujetando la tortura
con densa filosofía,
como la que me acerca a ti
cuando el mundo muere y calla
si el primero y el desafortunado
brillan en tus ojos.
Clásica mente de lo pobre
que mutó a lo rico. Fuente
de ideas, locuras y pasiones...
¡Ah, no! De ellas provocadora.
Querer sin ser consciente
el horizonte
mirando por el ventanal
de la verdad.
"Deseo"
solo me susurra tu sonrisa.