Roberto Reyes Cortés.
5º-reyes
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ABRE LOS OJOS.
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Abre los ojos y sueña,
si duermes o estás despierta,
lo importante en esta vida
es que sueñes todo el día.
Un año más en la vida,
fue de luces o de sombras,
son caminos que se abrieron
porque estaban escondidos
en la hondura de las cosas.
Abre los ojos, despierta
frente la intensa oscuridad
que corre desenfrenada;
como potro que cabalga
en el tiempo y en las rocas,
que golpea en el silencio
con el tranco, suave y lento.
Camina escondiendo cosas
que se marcharon un día,
en la espesura y los dedos,
en las monturas y el viento.
Historias que yo inventara
en los confines del sueño,
pobres, lentos o pequeños,
de travesura o misterio.
Cabalgando va mi potro
en las llanuras desiertas,
en las cañadas abiertas,
y resuella por el monte.
Que el corazón ya no es mío,
porque no cuenta con nadie,
cartas borradas y añejas
en un mundo dolorido,
donde solo habita el frío.
Despierta cuando amanece,
el mismo sol ha nacido,
que tú has dormido a su lado
y la brisa te acaricia
con los vientos amainados.
Piensa en mí cada mañana,
por la tarde, todo el tiempo,
es la hora de los poemas;
deja de estar tan callada,
que en ese rincón apretado
ahí se esconden las penas.
Tanto querer y esperarte,
y tu no asomas la cara,
quien sabe por donde brilla
esa pícara mirada.
Abre los ojos y mírame
pero hazlo hoy con ternura,
que yo no tengo la culpa
de ser nimio en mi locura.
Abre los ojos, despierta;
que el potro va cabalgando
con una suave andadura.
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