En el suave lecho de tu vientre,
fuiste mi fuente de calor, y alimento,
mientras yo muy pequeña simiente,
tu me dabas toda tu dedicación.
**
Renunciaste,cuantas veces ser mujer,
para darme, con devoción a mi ser,
y desdibujandose, tu cuerpo,
en el transcurrir del tiempo.
***
Los anhelos dilatados que se urgian,
para darme a ver la luz,luz de vida;
¡madre, madre! cual dulce larga espera,
dolores maternos, de dulces algarabías.
****
¡Madre,madre! sacrificaste perspectivas,
en tus brazos con sigilo me dormías,
aumentándome tu amor me dabas vida.
*****
Me llevaste, en el crespón de tu amor,
me guiaste como la noche la luna,
y tus bendiciones presentes a Dios,
para el peligro se apartara, o desventuras.
******
Quizás ¡que me distes un regaño!
¡quizás una palmada necesaria!
tus cuidados, tus cobijos, y ternura
inundadas de valores tu sembraste.
*******
Hoy madre cuanto agradezco tu luz,
tu guia,tu amor,tus cuidados,
solo amor sin esperar nada a cambio,
amor puro,amor sublime, cristalino,
cada día,tu amor me cobijo.
********
Hoy ya no estas, y siento un vació,
ese día de tu partida se oculto mi sol,
y un hondo, y profundo dolor,
yo siento en mi corazón.
*********
¡Madre! yo solo le pido a Dios, que no deje de brillar ese lucero hermoso,
que brilla desde su corazón,
y siempre me des tu bendición.
**********
¡Madre! desde el día de tu partida,
en mi se ha hecho un hondo dolor,
madre, sin embargo yo siento,
que no es verdad tu partida;
no se va quien,en en el corazón vive,
no hay olvidar, ni olvido,
vivirás,siempre,dentro de mi corazón.
***********
Tu no eres,deshojada flor marchita,
vives,vives, madre,madre mía,
en cada rosa, y flores,en jardines,
en la inmensidades,del tiempo,
el viento tus, simientes esparció.
************
¡Vives madre mía! vives,
a quien se ama no se olvida,
¡vives madre mía! vives, por siempre.
Autor: miriam quintana (ojitos verdes)