Lucero Moscoso
¡LECHES DERRAMADAS!
Qué ningún cántico del alma
se acalle por rosas deshojadas
al amargo desdén de la mirada
ni a destreza de las viles armas
... idolatrando sin tregua la batalla!
O… del fruto a vanidades del alma
cuando en inefable ventura se acalla
ese sentimiento con la divina audacia
de seguir luchando aún sin eficacia…
para fecundar del mundo las migajas
de toda justicia ceñida en su coraza.
Blandiendo celestes las espadas…
¡qué no se inmole del amor su hada!
y a zaga de sus benévolas pisadas…
vivamos una vida de males suavizada,
sin calvario de las leches derramadas
a tinieblas de una tierra desalmada
—que llevan al destierro
… empujado el sufrimiento
a pequeñez del sentimiento…—
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Propiedad intelectual Lucero Moscoso
Bogotá D. C. Colombia.