Me está costando trabajo escribir,
me molesta la austeridad de pensamiento
y tiro al fondo del pozo de la inspiración un
balde que regreso a medio llenar
porque su mitad sólo contiene
palabras rotas que no sirven de nada.
Mi brazo derecho comienza a llenarse de
hormigas que piensan que al estar
tan inmóvil, casi yerto,
pueden llevárselo a su agujero.
Amor,
se me ha enredado un
poema para tí en la pluma
que sostiene mi mano,
tómalo de un extremo que yo
jalaré del otro, para que el nudo
de mi garganta se desenrede
y me permita escribirte lo que siento.
No permitas que un ejército de
Insectos se lleven lo que te pertenece
y que puede servirte para alimentar
tu ego,
y no para calmar la insaciable hambre
de una plaga negra
que para sobrevivir,
almacene mi sentir
y lo devore
en el invierno.