Noche de silencio con esencias vagas
de aromas que enervan y flores muy raras,
Idilio de amores que baten sus alas
al ritmo silente de musas y magas.
Vahído de sombras ó luces divagas
y mudos gemidos ó voces profanas;
Murmullo dormido de besos y galas,
arrullo de auroras sin vestes ni bragas.
¡Oh dulce reencuentro de amores prohibidos!
Del beso más justo y opuestos sentidos;
Pecado siniestro placeres vividos.
¡Qué importa que el alma lo envuelvan las penas,
si el éxtasis sueña en sus goces cupidos;
Cuando se embelesa la sangre en las venas.