Un regalito, tierna hija mía,
Aquí te ofrezco con emoción.
Es la más bella canción que un día
Por ti naciera en mi corazón.
Eres radiante sol primoroso
En el destello de nuestro hogar.
En tu sonrisa va un rumoroso
Caudal de gracia para soñar.
Eres divina, tierna hija mía,
Como dechados del ñandutí.
Con la dulzura de tus encantos
Se adorna el canto que es para ti.