Mecido por las olas de tus brazos
entre juegos sublimes y prohibidos
relucientes, tus ojos encendidos,
consiguieron de mi alma unos retazos.
Es amor sellado con dulces lazos,
diáfano y de anhelos decididos,
tiempo es de los recuerdos vividos
sin pena, al calor de tus abrazos.
Sentimientos que creí olvidados,
ayer, cuando del mar nació tu sonrisa
navegando sin rumbos programados.
¿Sensaciones ocultas por la brisa
o herida de los desesperados?
nada más el mar y un amor sin prisa.