Jayme

Canto de lluvia

Llueve…
murmuran los techos 
y en abrigo se guarece el silencio.
Canta la lluvia…
adormece y arrulla a la tarde mojada
con un abrazo de aguas finas
de ínfimas turquesas regada.

Llueve...
casi como en un poema;
en mi memoria lejana,
llueve en mí, 
refugiada de mí...llueve

¿Por qué la lluvia cautivó mi alma?
Quizás alguna vez, cuando aún niño
ya dormido
tañó los cristales, las ventanas de mi abuela.
Miro a través de ellas, 
pero no veo a nadie 
y yo sigo aquí soñando

con aquellas gotas…

no pierdo su sonido cayendo
sobre sí misma, abriendo caminos aún más 
abajo de la tierra.

Llueve, llueve, y sigue lloviendo…
una tristeza de cielos grises
derrama multitudes de gotas
de aguas claras,
de cantos claros,
cantos generosos, 
elementales...
y aquí en la quietud
sobre los humedales
sobre las acequias, llueve
un milagro abstracto
cierne la tarde de charcos 
a tácitos aguaceros súbitos.

Llueve, 
murmuran los techos
murmura la tarde
y en mi memoria de niño,
simplemente... llueve.