Las rosas blancas que florecen sobre su pelo
reflejan la oscuridad de sus veredas.
De la marchitez de su mirada
escapan muchas respuestas:
las escuelas son mentiras
los días son noches
los hospitales matan
mi casa no es mía
los gobernantes son de níquel
¿Y los barcos?
Ahhh, los barcos son pan.