Nuestros ojos de amantes sin tiempo ni fronteras,
viajeros del espacio en nuestra luz interior
vagan en rumbo fijo donde solo impera
la ley de nuestros cuerpos y nuestro corazón.
Ojos de amantes, ojos de deseos llenos de pasión,
ojos que al mirarse se encienden en llamas
las llamas fulgentes de nuestro gran amor.
Dirijo mis ojos a la luz de tu encanto,
en esa luz divina viajo hacia ti
me pierdo en los deseos de tu fuego sagrado
mis manos enardecidas se mueven en mi,
siento la candencia de tus tibias manos,
que me llevan a la lujuria de un orgasmo sin fin.
Tus ojos me miran, me miran extasiados
cuando ves el brillo de mi felicidad
en tus ojos te amo con la luz de mis ojos,
tu cuerpo estremecido se pone a temblar,
hicimos el amor con el amor en los ojos,
mis manos me dicen que fue una realidad...
Ángel Reyes Burgos