robi

Serenata

 

 

Se detuvo frente a la ventana

casi por costumbre en donde

vivía su amada.

Sus ojos estaban húmedos y con un

extraño brillo, como hilachados  por la

sequedad sus labios  balbuceaban algún

que otro sonido.

La piel del rostro permanecía seca y áspera por

ausencia de caricias.

Todavía latía en su corazón una esperanza que

 alentaba su miserable existir.

Por ese se detenía frente a la ventana par

ofrecerle en silencio una

Serenata de ausencia.

 

Robi