En mí sueñan los frágiles albores
Que guardan la memoria de lo eterno.
Este perfume de primeras flores
Mi sangre riega en el dolor más tierno.
Ya me azotaron todos los rigores
De todas las tormentas del invierno.
Guardan pruebas de todos mis errores
Las culpas que me arrastran al infierno.
Las ruinas que mis huellas han dejado
En la razón no encontrarán sentido.
Detrás de mí, como un fugaz legado,
Presagios y señales han venido.
Se vuelven hacia mí desde el pasado,
Después de tanto tiempo en el olvido…