Que delicia
tus besos en mi rostro por la mañana,
en mis ojos, en mis labios,
en cada pedacito de mi cuerpo.
Que delicia
tus manos recorriendo mis senderos,
excitando los sentidos
que aún están medio dormidos.
Que delicia
tus brazos arropando mis anhelos,
y tu virilidad
jugando con mi deseo.
Que delicia
despertar con tanto amor,
para hacer realidad el hermoso sueño,
que anoche tuve contigo.