Los hilos dorados que esparce el viento
Destellos de oro que hay un tu pelo
Son llamas en hebras de lucimiento
Belleza perfecta de mis anhelos
Tu rostro en tersura de terciopelo
Bañado en mejillas amañadoras
El cutis eterno de mis desvelos
Rubor de facciones encantadoras
Tus ojos despiertan mis dulces sueños
Proyectan hipnosis en mis sentidos
Regalos de dioses en gran diseño
Un culto a maestros de arte aplaudido
Tu boca entrega placer con besos
En caramelos de amor de azúcar
Yo prisionero de tu panal de ensueño
En dulce y miel que jamás caduca
Tu cuello en perfumes deleita encuentros
Tu piel de nuca transporta aromas
Temblor causado en mi epicentro
Con los recuerdos de ayer y ahora
Me filtro en poros de tez de Diosa
Con los abrazos de sexo en flamas
Entre mordiscos de lengua ansiosa
Que hora tras hora mi cuerpo extraña
Y me sumerjo en tu matriz de vida
Para encontrar la fricción de ardores
Con magia, sueños y fantasías
De mis placeres acosadores