I
Asómbrate,
tú:
ojos que en el mundo
he visto sólo en las lluvias,
asómbrate de que,
así,
espejo del anteojo,
cintura de dos manos;
hay una puta queriendo deshabitarte.
II
¿Qué de bostezo si Gamaliel
funda una conciencia enamoraria?
Si sus cejas
y su pecho
y su cuello
son el penúltimo día de enero,
Y su huella
su vanidad
su humor de cielo
el primer día de mayo.
Pasaría, si yo le viera
antes de morir,
detrás de una cortina
sobre la asfixia
y enmendando al sueño,
que la boca hincharía su deseo
y la sonrisa en mi cadáver diera un gesto descarnado.
III
Piedra rosa
contigo diera los besos más incendiarios
como cañones tiernos
resumidos a un instante donde tu nariz fuera una caricia
y el mentón
un tiempo aceitunado.
IV
Alguien moriría por ti
todavía
bandera de hombregalán meditado de noviembre.
Alguien
conspira con su humor
para salvarse de él mismo
y su lágrima es el silencio y la sequía.