(sólo quien comprenda la esencia de un jardín zen,
habrá de comprender esta metáfora)
Voy a atentar
contra una
metáfora.
La voy a traicionar
y luego a matar.
Ella se pudrirá
en el cielo
de las metáforas,
y yo
-aquí-
en la Tierra.
¿Quién entenderá
mi duelo
si yo maté
a la metáfora?
Iré a prisión
o al cementerio
a visitarla.
Me declararán
traidora
de metáforas...
sólo yo sabré
que maté
una parte
de mí misma.