Y el poeta coleccionando momentos se encontró con ella…
No fue la melodía lo que invadió sus ojos
Ni las notas agudas que sus labios cantaban
Fue su mirada la que marco el inicio
Del comienzo de una obra con silencio infinito.
Y el poeta coleccionando días se encontró con ella…
No fueron palabras las que marcaron su oído
Ni el sonido de letras que esquivaban el olvido
Fue la sonrisa callada la que marco aquel inicio
De un poema escrito impregnado en suspiros.
Y la mejor metáfora para describirla fue la de “hermosa”
Y el poeta coleccionando vidas se enamoro de ella…
No fue el pensar constante lo que marco su alma
Ni el soñar despierto lo que arrullo su cama
Fue el secreto a voces de esperar con ansias
El rozar sus manos…
Pues producía el milagro…
De que absolutamente todo perdía importancia.
Pues con ella... El solo era él...