Nuestras vidas han vivido torturas de un amor callado,
porque guardamos silencio de lo que ya nos amamos
No queremos que se enteren y ha nadie le divulgamos,
que están nuestros corazones locamente enamorados.
Así ha transcurrido el tiempo cada quién va de su lado,
tratando disimular cuando vamos a encontrarnos
A ti te atan razones que jamás se han escapado;
y yo te doy la razón, a mí son otros lazos los que me tienen atado.
No es que no te ame ¡no! Eso ya te lo he demostrado
pero guardamos palabras para no perjudicarnos
Cuando se arreglen tus cosas que muy pronto has de lograrlo,
será todo diferente, no perdamos la paciencia; nos puede partir un rayo.
¡Lágrimas! Lágrimas de dolor por mi culpa has derramado,
pero sin saberlo tú, mil tormentos yo he pasado
No es lamento, es un decir, cual llueve en suelo mojado;
porque mis penas se olvidan cuando te tengo en mis brazos.
El tiempo será el testigo, algo nos ha separado,
para que lo disfrutemos, entre caricias sin pausa y besos apasionados
Ya verás lo que te digo, yo estoy muy esperanzado,
y quedarán en la historia, las torturas de un amor callado.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita