Sea mi alma prisionera,
de tus besos esquivos,
de tus ojos,
que rechazan hoy los míos,
sean hoy mías tus palabras,
aquellas que con amor te digo,
seas mía, sólo mía
seas hoy, mañana y siempre,
la misma de quien me enamore,
aquel paraíso de deseo y libertad,
aquella que mi alma tendrá,
por siempre…. por la eternidad.