Como hacerte saber que mi naturaleza es otra,
que si deseas ser mi amiga es como tú lo decidas;
pero yo no quiero ser tu a amigo, al menos ese amigo
al que yo me refiero. No creas que no te entiendo,
creo conocer tus razones, cuanto quisiera darte a ti la suerte
que un día me propusiste a mí, pero me es imposible,
son las ataduras de la vida que me ciegan;
alma y sentido en su vasta realidad,
solo dejan escapar ese resplandor
que es lo que yo tengo para servir y tu no quieres acertar,
tus razones tendrás.
! Que soy infiel! Aún no lo he sido, ¡¿Que lo pudiera ser?!
Sí; pero no contigo, esta es mi naturaleza y la de muchos,
se lleva tatuada en la mente y al que le falte
es por puro desorden genético ó emocional.
Así que, a más no puedo aspirar sobre la sentencia,
que imponen tu voluptuosa materia en mi espacio viril.
Planteando mi breve escénica machista,
que no complemento en otros actos,
solo en el que aquí dejo expuesto, concluyo mi audición,
con la esperanza de haber cumplido mis objetivos
en tu mentecita a través de esos soles.
Muchas gracias por todo corazón.
Nota adjunta:
Solo de después de estas líneas, nos vimos siempre sobre la omerta. Hasta que la muerte nos separo.