No puedo guardar rencor
a quien no se lo merece
y menos a quien perece
en desgracias del amor.
Quien dice ser una flor
delicada y de vitrina
lleva la más grande espina,
repleta de su veneno
y en su engaño muy ameno
lo vierte en quien le ama
apagándole la flama
de amor puro..., y del bueno.
Asi brinca de sus lazos
que siendo tan cristalinos
dejan pues de ser divinos
marchándose a otros brazos.
Y opacando los ocasos
preciosos por existir,
cortas ganas de vivir,
despues que decías que amaste
a este Poeta que engañaste
demostrando quien de verdad eres,
es... de entre tantas mujeres
la imagen que me dejaste...
Alviz Neleb
Mayo 1o. de 2012
1:06 p.m. - Martes