Toma este poema
anoche lo tejí
para aliviarte la pena
que pesa hoy en ti,
lo bordé con canciones
que aprendiste desde niño
y con esas situaciones
que despiertan tu cariño.
Me robé cada sonrisa
de tu gente allá lejana
para que como la brisa
sequen tu mirada,
y te lluevan desde el techo,
y agradezcas con ganas
tanta gente en tu pecho
hermosamente hoy guardada.
También de tus maletas
tomé juegos y caricias,
tiré alguna careta
y separé sin prisas
las flores de los yuyos,
la esperanza del pesar,
y estos versos ahora tuyos
comenzaron a brotar.
No he pedido permiso
para usar todo esto
pero ha sido de improviso
con el más dulce respeto,
han trepado por mis manos
porque saben que te quiero
y ha sido en vano
intentar detenerlos.
Por último añadí
de mis cosas personales
la fe que conseguí
y le gana a to´los males,
y en esa porción de Dios
y de luz para tu vida,
junté el amor de los dos
para todo tipo de herida.
Ahora, toma este poema
que anoche lo tejí,
sea abrigo contra penas
y contra la soledad vil,
que aunque creas, no estás solo,
que en tu corazón estamos
tirando codo a codo
todos los que te amamos.