Hoy por fin mi musa se a marchado,
se ha largado a buscar un buen poeta.
Me ha dejado abandonado y sin reemplazo
y ha empacado mi vida en su maleta.
Se hartó ya de mi pan y de mis besos.
Su paciencia se ha declarado en quiebra.
Se cansó de refugiarme en sus senos,
cuando mando todo el mundo a la mierda.
Acabó con mi alegría y su montaje,
pues al partir subastó todos mis sueños
en una venta absurda de garaje.
Quién diría que vuelve cuando quiere,
a exigirme repetir un par de excesos
que con su nuevo chulo no los tiene.