Cuando niña pensaba que la vida era fácil,
hoy me doy cuenta de que es más difícil
de lo que suponía.
Vernos carentes de ese metal valioso
que todo lo compra.
Esperar por algo que parece nunca llegara
en muchos hogares, aunque trabajes y luches
para lograr tus ideales.
Muchos dicen;
Lo único que no compra es la felicidad
pero yo he comprobado que eso es falso.
Sin él; Uno es nada no hay comida,
salud, armonía, amor;
el todo lo puede.
Recuerdo decir a mi abuelo
“Dios dice, ayúdate que yo te ayudaré”.
O
“Dios aprieta, pero no ahorca.”
Esas palabras las tengo presente
sé que para Dios no hay imposibles,
da y nos tiene que costar.
Aunado a esto ¿Qué paso con esos valores?
Nos hemos alejado de su esencia
Nuestra vida es corroída por lo mundano,
codiciamos lo ajeno somos desleales
hasta con nosotros mismos.
Ahora sé que la vida es dura hay dolor en ella,
depende de nosotros mismos de nuestra actitud,
somos los que forjamos nuestro propio destino.
Para lograrlo tenemos que trabajar en ello
luchar por nuestro bienestar económico.
La vida; son emociones, alegrías, tristezas
sueños rotos y realizados, con la fe y la esperanza
de lograrlos.
No dejar que el brillo de ese metal
nos llene de egoísmo, aunque deslumbre
recuerden que puede ser falso.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Jueves/Junio/25/2009 10:40am
Autora mexicana