Te vi una tarde en el riachuelo,
me hacías señales con tu pañuelo.
Te vi desnuda dentro del río,
en ese instante perdí el sentido.
Hoy al amanecer te vi desnuda
recostada junto a mi cuerpo,
cual si soñara en ese momento,
me dio tu boca miles de besos
y de tus labios yo quedé preso.
Te vi a lo largo del medio día
y por besarte yo me moría.
Te vi a lo largo de aquella tarde
y al abrazarte mi cuerpo arde.
Será locura, será el amor
lo que domina esta pasión.
Será tu boca, será la mía
la que despierta tanta alegría.
Autor Joaquín Méndez.
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02/05/2012 0:02:47.