N O C H E
Cuando levanto la mirada al cielo
que se encuentra de luces adornado
yo tengo miedo de mirar al suelo
porque se encuentra de la noche rodeado
y también están mis sueños
en el olvido sepultados.
El amor y las penas
despiertan en mi pecho
unas ansias ardientes,
y mis ojos como fuentes
expulsan unas lágrimas serenas.
pero también mi boca
con una voz doliente
emite un leve gemido
al darse cuenta
que hay amores fingidos.
¡Que tristeza hay en mí!
¡que desventura!
que miedo de vivir entre las sombras
y al querer ser feliz
mi alma se tortura
y trata de olvidarse y llora.