1
Dos almas enamoradas,
bajo un cielo castaño,
aunque no se puedan mirar,
sus almas se han juntados,
pues contempla un mismo cielo,
respiran, un mismo aire.
2
Dos almas enamoradas,
cáusticos sus labios están,
de entregas, y de sueños
unidas sus mentes están.
3
El tiempo, cerril y obtuso,
se niega a doblegar,
para que esas dos almas,
su infinito amor ,puedan consumar.
4
Días, tras días,en una sola oración,
mirando ese mismo cielo castaño,
con fe piden a Dios,
que sus cáusticos corazones,
no se dobleguen ante el dolor.