(Disculpen este es un párrafo desordenado que decidí dejar por acá;
y por ende no pertenece al poema; es como una reacción espontánea de la vida)
Aprendí a..., amar nacido; a través de los siglos aprendí a desnudarte; aprendí cuando dibujé labios en rostros marrones, y en literas module telas arrugadas; fecundando muecas en espaldas enflaquecidas, al punto de rozar la piel al aire;
aprendí sin aprender; y entendí sin comprender-te
y sobre el retraso de mi pecho, la dualidad de los ecos atravesaron la agonía de verte desvanecer; sentí que las aves están allá arriba por la gravedad; y el vacío está en mis pies; atado al suelo, quisiera ser gravedad para atarme al cielo, y volar y volar...
-Olvidas que soy disléxico-
[No te..., confundas sí hablo al revés y siento así como me ves]
Nocturno poético...
La gravedad agoniza
astros dejan
caer
sus
cabellos
caen las aves al cielo...
Heredera son las hojas
en un viento imaginario.
-No queda palabra, ni pensamiento para pensar en ti...-
-Ni aire para poder respirar;
-Ni voz para morir al escuchar;
-Ni boca para abrir el silencio
y en la contemplación
del tiempo;
ver pasar
tu cabellera de siglos
cuando dejas perder el líquido
de la sangre;
ausente y marchita...
Imaginaria eres..., la gravedad suspira
y me aferro a caer en tu boca,
en tus ojos me aferro
a perder luz;
en
la
delicia
de
encontrarte
de nuevo
-ahogada-
-en la carencia
de encontrarme;
cuando ya la muerte
ha encontrado mi boca...-
Pereciera que todo cayera;
pareciera
que caemos,
y el cielo a un diluvio en el universo
pareciera
llorar
las cenizas
de un tiempo atrasado en el pecho,
-manchado de cuervos-
y ojos enfermos
sin el desquite de la boca podrida
en la enfermedad de un cuerpo agonizando...
-No quites la mirada, no la dejes pegada en las calles; fuera-
Allí entre sombras..., sufres de amnesia
te pierdes en los brazos del metal;
encerrada en el corazón vacío,
(te inundas de personas)
te adentras en pasos
embutidos en la gloria de perder la vida,
te pierdes en el desenlace de la luz,
dentro del metro..., al abismo,
en el atropello te atropella la calma
dejándome mirarte a través de murallas;
huyes con la sonrisa del sol;
"hasta apagarse
donde la gravedad
ha decidido morir
junto a la lágrima de la lluvia
al universo,
donde ayer te perdí..."
Y... No recuerdo al mar; y a las estrella fugaces volar;
ni a la noche fugarse con la imagen manchada
de rostros y miradas tan parecida a la tuya
y tan diferentes a las mías, -somos tantos;
tantos nombres y tantas esencias-
ayer hemos sido dos,
y hoy somos tantos
entre píxeles
de astros
y tú...
Ahogada en el universo sin gravedad,
y aquí tirando piedras a los astros;
cortando el aire con mi voz
iracunda en un adagio
en el desvelo de la muerte
cual despedida termina de quererte
y perdida termina por perderte,
y muerta termina por asesinarte...
(Sabes que nos pertenecemos; sabes que huimos del tiempo y el destino; sabes que la sangre esta ahogada en el oxigeno; y la vid ahogada en el músculo inválido de los árboles creciendo de a poco en el universo -Quizás somos árboles- /No te preocupes/)
De un nombre que va cambiando con el tiempo; por ahora de "yo"
De muchas ciudades, del eco de una ciudad que de a poco se levanta...
Las fechas son complementarias -De Septiembre, 2010- -De Junio, 2011- -De Abril, 2012-
Esto no se lee, es un simple desvarió de mis ojos de noche...
Sí escribiera metáforas de todo lo que ven estos ciegos ojos; caería en la locura aquella; que quita la mirada; luego los dedos; y también la boca...
"Y por qué brillan de azules las palabras; y dejando huellas; brillan de noche; fiel testigo del silencio. Sus caras concentran la identidad de la cual no hay vida; no hay creación. Cual pecera resulta imaginada; y dentro tú; resultas dibujada; bajo el amparo del autor...
Y por qué brillan los colores, sí el tono de tu boca; se ha quedado aletargado allí donde se esconden las gaviotas y las palomas de la plazoleta vestida de noche..."