En una sala de espejos
con sillones y revista
un secador de pelo,
un hombre se cree artista.
con un anaquel de vidrio,
con cajas,potes y tubos,
un piso suave y brillante
es lo que asoma a la vista.
Sentada frente al espejo,
se encuentra una bella dama
para teñirse ese pelo
que los demás llaman canas.
Y tu puedes salir
con el color de tus gustos
verde,rojo,amarillo o claro,
como si fuera paleta
de pintor de cuadros urbanos.