¡Las Pena de un Poeta!
Ya no puede escribir a la usanza de antaño
igual que un cantante que entona una canción ¡Que lástima!
Que ya no pueda escribir en una hoja en blanco, porque sus manos tiritan y su mente ya no piense como ante.
Siente que donde vive, no es su patria, ni ahí tiene historia, ni la tierra que pisa, es su tierra, ni el aroma de las flores es su fragancia.
Que pena que la ciudad no sea la suya, su patria es chica, tierra provinciana de barcos, muelles, playas y arenas.
Nació en Valparaíso, tierra de poetas y cantores en los altos de un cerro mirando el mar, en un mundo lleno de fantasías, marineros, bares, poetas y noches de luces.
Que pena que ya no pueda poner sus letras en versos, para hacerle una poesía al amor, sólo las escribe en su mente y las guarda para él.
Que pena que su casa sea sólo un refugio,
llena de soledad y tristeza,
que ya sus días sólo sean de recuerdo y no de realidades.
Que pena que ya no pueda tomar su pluma para escribirle a su tierra y decirle los felices momentos que en ella vivió
Que pena que hoy no pueda darle el ritmo de la vida a su alma, ni su alma a la vida, pero sí puede ver un nuevo amanecer.
¡Cuando la pluma no escribe el papel queda en blanco, los pensamientos se secan, el alma se entristece y el poeta se muere!
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz