Hay una necesidad embriagante de saber que sientes, que eclipsa mis sentidos a las sombra de tus 50 grados, de tus dudas e incertidumbres, de tus miedos que se traslapan en mis inviernos.
No llenas mi necesidad, no obedeces tus sentidos, solo a tus temores… dejare que te marches de mis pensamientos y todo se vista de un ambiente fúnebre, dejare que se caigan a pedazos los restos de mi corazón estrujado entre tus manos, ya no soporto más dolor ni sufrimiento, no soporto no saber y solo ser y pensar en este mundo que no se detiene y lo veo a diario rotar con mis memorias, tu eres parte de ellas y sin embargo, no te decides, no arriesgas, no separas tus miedos de tu sentir y quedó en medio de las dos partes ignorando ambas.
Te ruego no buscarme cuando haya decidido alejarme, es tan difícil pensar a veces en la realidad y evitar lo que sueñas.
¿Qué es lo que tú necesitas? Si no tengo lo que necesitas, no me busques, no me condenes a una espera inútil de tu corazón, de la adicción a tus besos, de tu vida a mi lado cuando siento que esta se aleja poco a poco de mí.