Tu, querida madre que nos otorgas un alvergue
tu,que eres nuestro suelo donde pisar.
Perdonanos por jugar con tu cuerpo
y exprimir tus riquesas, como una naranja dulce
y madura.
Perdona las violaciones de la gente sin mente que te
hace cada dia mas esteril y perjudica tu existencia total.
Perdona cada dia que rompemos tu gran y extenso manto
que te protegue de la luz solar.
Y sobre todo gracias por todavia aguantar.
Gracias por dejarnos recorrer tu extenso cuerpo
y por dejarnos escalar tu grandes cenos.
Gracias por la confiansa que nos das
aunque no la sepamos aprobechar.