Detente, mira como viajan
Las estrellas en el universo,
Dejando tras su rastro,
El aura de nuevos mundos.
Detente, mira como se pone el sol,
Mientras la luna como aventurera,
Se asoma en el prisma de tu ventana,
Para hablarte de soledades.
Detente, recoge ese suspiro que se escapa,
De entre tus miedo desafiantes,
En oscuras soledades mensajeras,
De que nada de lo que parece fuese.
Detente, mira el viento, la noche, y la luna,
Dile si a ella le puedes contar,
Si de amores comprende algún día,
Porque por ello se muere tu alma.
Detente, mientras las lágrimas brillan,
En forma de estrellas celestes que mueren,
Entre el paso de horas festivas
En que vida era lo que desparramaban.
Detente, porque nada es eterno,
No pienses que correrás sin miedo,
Piensa más bien que llegará el momento,
En que se ponga el sol para darte una oportunidad.
Detente, que resurgirá un suspiro,
Una nueva vida, un universo,
Un momento nuevo que te de descanso,
El calor de un alma que te vuelva a amar.
Detente, mira la luna que se descuelga en la ventana,
Que al igual que ella tu dolor se va,
Mientras la aurora se viene en primaveras,
Y las flores recobrarán su esplendor.
Detente, mira, escucha, piensa,
Abre la puerta y verás la luz,
Que no está la muerte tras tu puerta
Sino las huellas de quien amas de verdad.