De todos nuestro furtivos
encuentros,
el de esta tarde ha sido el mejor.
Vestido de arcoíris, fue maravilloso
ese cuerpo tuyo temblando frenesí.
Acoplando tus fogosas pier...
a mi cintura.
Hincando tus talones en los riñones.
Esta tarde
sin descanso cabalgaste,
haciendo trepidar mi hombría
con pasión desenfrenada.
Acordes de Serafines retumbaron
en los lienzos de nuestro ámbito celestial.
Tus suspiros enredados a mi ser,
siguen vibrando
en la cordura del cerebro.
exitando el fuego de las querencias
de mi mórbido corazón.
bambam