Deseo encontrarme a solas contigo,
buscarte, cuando todos te dejan.
Descubrirte enervado y esperar,
frente a ti, descalza,
demandando tu contacto, tus caricias.
Y vienes para volver a alejarte,
te arrimas, jugueteando con mis pies.
Intuyes el río que me hiende,
amargo, revuelto,
y bramas, te alzas exaltado, fiero.
No demoro demasiado tu abrazo
que me hace temblar y eriza mi piel
me sumerjo en ti ahogando el miedo
que tu oleaje espanta,
en tu vaivén calmada… querido mar.