Sobre mi hombro descansa
la clave de sol con la que inicia
la dulce melodía de ésta tarde
hecha con jirones de recuerdos.
Sopla un poco de viento y
se lleva tu canción lejos de mi lado.
Ya no suenas con los decibeles
de antes, pero sigues siendo
la canción predilecta que tarareo
en mi ratos de silencio.
Aunque no lo sepas,
sigues marcando
el ritmo melódico
de mis latidos.