Débil cual mirada de la rosa,
tierna como el pétalo sedoso,
juró amor eterno y portentoso,
por fuera; por dentro… era otra cosa.
Me dejé llevar por lo hermosa
de su expresión y de su Poesía,
de ese sentimiento que decía
sentía tan profundamente,
repleta de el intensamente…
Inocente hipocresía.
Presente, le recuerdo todavía,
su voz de niña entrecortada,
sollozó intenso en su llamada,
como si ya no estuviese vacía;
lloraba de amor, de alegría,
vio su vida nueva por delante,
cada lágrima era el comprobante
de su amor que prometió sincero,
que simuló en cada te quiero,
claro, puro y sin interrogante.
Quedé perplejo ante su acción,
jamás me pasó que se le ocurriera
dejar y demostrar lo que de verdad era
dejando marcada una vil traición.
Inocente hipocresía, algunos sabemos
por la experiencia de que existes,
y permitimos en lo que insistes
porque solo caras vemos.
Siempre nos queda y seremos,
no brutos, ni ignorantes;
sino víctimas amantes
de un amor que no tenemos
y al encontrarlo lo perdemos
por lo que no se creía,
rostro y letra de Poesía
que una vez nos dedicaron
y alma y corazón soñaron…
Salud! – Inocente hipocresía…
Alviz Neleb
Mayo 03 de 2012
1:28 p.m. - Jueves