Te llevas mis besos bajo tu sombra
de dudas y el desconcierto de mi agonía.
Te llevas mis caricias en tus ojos
mudos de pena ante los míos.
Te llevas mis versos que borraste
con tus excusas de fantasmagoría.
Te llevas mi alegría muerta en mi pecho
junto al tuyo que ya no es mío.
Te llevas esas tardes inundadas de temblores
que mis secretos delataban.
Te llevas hasta lo que no querías
y que bajo tu pelo guardé mientras dormías.
Yo me llevo todo lo que no me diste.